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Resolución de Reflujo Infantil, Dificultades de Alimentación, y Trastornos de Sueño bajo Cuidado Quiropráctico

Resolución de reflujo infantil, caso práctico.

Para el Quiropráctico no fue una sorpresa.  Es común que las mujeres lo consulten después de dar a luz.  Por eso, cuando la vio entrar a su consulta con un bebé en brazos, el Quiropráctico creyó saber a lo que venía.

Ella lo saludó, se sentó y contó el porqué de su visita.  El paciente no era ella; era su bebé de siete semanas:

Hace un mes comenzó con reflujo ácido

—relató la mamá—

Además, también informó de lo demás:

  • Problemas para tragar
  • Dificultades para mamar del pecho
  • Devuelve la comida
  • Gases
  • Malestar al estar acostado boca abajo
  • No duerme más de una hora seguida

Siete de cada diez niños menores de cuatro meses padecen reflujo infantil (reflujo ácido), pero que sea frecuente no lo hace más llevadero.

La mamá estaba angustiada y muy cansada.  Lo primero que hizo el Quiropráctico fue explicarle qué le pasaba a su bebé.

Reflujo infantil

El reflujo infantil (enfermedad por reflujo gastroesofágico – ERGE) es ocasionado por un problema del esfínter esofágico inferior, un músculo controlado por el sistema nervioso, el  cual normalmente está cerrado, pero que se relaja para que la comida pueda entrar al estómago.

Sin embargo, cuando funciona mal, se relaja en momentos inoportunos y permite que el contenido gástrico (el ácido dentro del estómago) ascienda por el esófago, irritando sus paredes.

Los síntomas típicos del reflujo infantil (ERGE) incluyen:

  • Acidez estomacal
  • Regurgitación
  • Disfagia (dificultad para tragar)
  • Otros

El hallazgo de la primera pista

Según contó la mamá, dos semanas antes de ver al Quiropráctico, un médico diagnosticó a su bebé con ERGE, le prescribió Ranitidina — en ese momento aprobado para uso pediátrico.

Era un diagnóstico y un tratamiento común para estos casos.  Pero el hecho es que el bebé no mejoraba.

El Quiropráctico detectó la primera pista del caso cuando le preguntó a la mamá cómo había sido el parto:

El bebé nació prematuro y por cesárea.

Además, a la madre se le suministró la epidural mientras el bebé estaba en la posición de occipucio posterior.

¿Podría ser que algún trauma ocasionado durante el parto fuera el causante de los problemas que ahora presentaba el paciente?

La evaluación quiropráctica pediátrica

Tras el examen clínico, el Quiropráctico constató que el bebé tenía un peso inferior al normal y mostraba síntomas de cólicos.

A través de un Test quiropráctico, el especialista constató que además se observaba la pierna derecha medio centímetro más corta que la otra.

 

También pudo corroborar otras señales que describió la madre: La inclinación de la cabeza hacia la izquierda, combinada con una rotación a la derecha. Por último, la mirada tendía a írsele hacia arriba (superior gaze).

Es hora de analizar la columna

—dijo el Quiropráctico y se puso manos a la obra.

Lo que encontró en su examen inicial confirmó sus sospechas: 

El especialista identificó subluxaciones en las vértebras C1 y T4.  De hecho, cuando presionó el lado derecho de la vértebra C1, las piernas del paciente reaccionaron.

Por otra parte, encontró otra subluxación en el sacro.  Eso lo determinó observando al paciente boca abajo y analizando los pliegues de piel formados por los glúteos.

Aplicó presión sobre ambos glúteos desde los laterales hacia el centro y vio cómo el pliegue se desviaba hacia la izquierda, indicando un desplazamiento del sacro.

Los hallazgos

—La subluxación —explicó el Quiropráctico a la madre—, es una disfunción mecánica de la vértebra, y ocasiona mal funcionamiento en el sistema nervioso.

En este caso, opinó el especialista, el mal funcionamiento del sistema neurológico, podría estar causando disfunción del sistema digestivo del paciente.  Esto permitiría que el ácido del estómago llegase al esófago y se produjesen los síntomas del reflujo.

Si en efecto, las subluxaciones vertebrales eran la verdadera causa del problema del bebé, los tratamientos con Ranitidina solo podían servir para tapar los síntomas, no para resolverlos.

La corrección

Completada la evaluación e identificada la posible causa, el Quiropráctico comenzó su trabajo.

En total realizó nueve ajustes quiroprácticos en diez consultas a lo largo de once semanas.

La vértebra C1 (Atlas, la primera vértebra de la columna) tenía fibras tensas y sensibles, y en todas las visitas que requirieron ajuste.  El Quiropráctico lo realizó aplicando un ligero contacto sostenido en su apófisis transversa derecha durante 20 a 30 segundos.  Hacía el contacto sostenido de la vértebra utilizando la yema de un dedo.  De esa manera, lograba que la restricción del segmento cediera y volviera a moverse correctamente.

En cuanto a la subluxación de la vértebra T4 (la cuarta vértebra torácica / espalda alta), el Quiropráctico hizo ajuste durante la primera visita y no fue necesario repetirlo.  En esta intervención, solo usó su pulgar en contacto con la espina dorsal de la T4.

reflujo infantil

Finalmente, el sacro. Para corregir la subluxación de este nivel espinal, el Quiropráctico colocó al paciente en posición prona sobre el regazo de la madre, con el pañal bajo para exponer el pliegue del glúteo.

El Quiropráctico observó el glúteo izquierdo aplanado que indicaba una subluxación del sacro.  Lo corrigió mientras la paciente estaba en posición prona en la mesa pediátrica.  Las subluxaciones sacrales son comunes en los bebés después del parto y pueden ocurrir unilateral o bilateralmente.  Subluxaciones sacrales fueron detectadas y corregidas entre la visita tres y la diez.

Los resultados con el reflujo infantil

Los resultados se vieron de inmediato.  Poco tiempo después, el pediatra comentó que el paciente había recuperado el peso normal para su edad y que los síntomas habían retrocedido.

 

—Antes, si dormía una hora seguida era mucho…

… ahora duerme hasta cuatro horas y media seguidas.

—agregó la mamá—

Por otra parte, el pediatra sugirió reducir la medicación de tres a dos veces al día y, luego de la tercera semana, recomendó discontinuarla.

Sin duda, fue un gran caso para el Quiropráctico.  Uno que evidenció una posible relación entre el reflujo infantil (ERGE) y la subluxación vertebral.

 

Las investigaciones sostienen el carácter común del reflujo infantil durante la infancia, lo que justifica la realización de investigaciones adicionales sobre los trastornos gastrointestinales en los niños y el beneficio de la quiropráctica en estos casos.

 

Referencias:

Resolution of Gastroesophageal Reflux Disease, Feeding Difficulties, & Sleep Disturbances in an Infant Following Chiropractic: A Case Report & Review of Literature

Kids, Colic and Chiropractic

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