Continuamos con nuestro artículo sobre el entrenamiento muscular. Ahora ya conocemos la estructura, tipos y cómo se controlan. Ahora toca saber cómo funciona este sistema.
¿Cómo funciona el sistema muscular?
Para entender cómo funciona este sistema vamos a dividirlo en tres procesos:
- voluntario: a cargo de los músculos esqueléticos
- involuntario: por medio de los viscerales
- cardíaco y de funcionamiento autónomo.
Los esqueléticos son los que permiten el movimiento: caminar, correr, saltar, y demás actividades voluntarias, a excepción de los reflejos, que son movimientos y/o respuestas involuntarias generadas como resultado a un estimulo.
En cuanto a los músculos de funcionamiento involuntario, son los que realizan funciones involuntarias (la digestión) de manera independiente a nuestra voluntad pero son supervisados y controlados por nuestro sistema nervioso central. Además estos músculos son los encargados del traslado y transporte de los fluidos y sustancias a lo largo del organismo con ayuda de los movimientos peristálticos y al generar presión. Y el proceso autónomo es llevado a cabo en el corazón. Para muchos es el músculo más fuerte que poseemos, dado que debe contraerse regularmente y rítmicamente millones de veces, venciendo el cansancio y la fatiga.
Los músculos funcionan contrayéndose cuando van a realizar una actividad y/o movimiento y relajándose una vez concluida la misma, así de simple es.
Cuando queremos entrenar este sistema debemos tener en cuenta algunas variables implicadas en la fisiología muscular.
1.Tipo de contracción muscular:
Existen dos tipos de contracciones musculares
- Isométricas: cuando se realiza este tipo de contracción la longitud de las fibras musculares se mantiene constante, no varía, y el tono muscular se intensifica. Es un tipo de contracción para los músculos ricos en fibras rojas, dado que mediante este proceso no experimentan el cansancio.
Ejemplo: Para poder estar en posición bípeda, es decir, de pie, los cuádriceps se contraen isométricamente para mantener la postura y vencer la gravedad.
- Isotónicas: en este caso lo que sucede es todo lo contrario. Lo primero es que, al no variar casi nada el tono muscular cuando se realiza esta contracción, las fibras musculares se acortan. Por ende hay una disminución de la longitud de estas. Esto produce un desplazamiento completo de las fibras actinas y miosinas.
Esta contracción es más lenta pero es capaz de provocar el desplazamiento, es decir realizar un movimiento. Al participar ambos tipos de fibras (actinas y miosinas) se desarrolla más energía.
Ejemplo de esto son las contracciones necesarias para realizar la deambulación (caminar), o cuando cogemos un objeto para pasarlo de un lado a otro.
2.El tipo de trabajo muscular que queremos hacer:
El trabajo muscular se divide en tres tipos:
- Estático: gasto de energía a la hora de realizar una contracción isométrica, donde se mantiene una tensión muscular elevada. Además se libera una gran cantidad de ácido láctico debido al metabolismo anaeróbico demandado. En este tipo de trabajo es evidente la presencia de competencia entre los músculos agonistas y antagonistas. Por ejemplo, cuando estamos de pie, se desarrolla un mecanismo de control de la postura.
- Concéntrico: lo que en realidad ocurre en este tipo de trabajo es una verdadera contracción isotónica. Al producirse una aproximación de los tendones que sostienen al músculo tanto en su origen como en su inserción al centro del músculo, la longitud de este se acorta.
- Excéntrico: este trabajo se pone de manifiesto cuando estiramos. Se producen dos mecanismos básicos: el primero es cuando las fibras musculares se estiran a su máxima capacidad. En segundo lugar existe un ligero acortamiento de estas fibras en los extremos del musculo y una elongación en el centro del mismo.
3.Los tipos y fases del ejercicio:
Se conoce como Fase de Adaptación porque es el estado de reorganización del metabolismo. Los sistemas de la economía biológica del cuerpo interactúan entre sí generando un estado de estrés conocido como distrés fisiológico o angustia fisiológica. Sus funciones están en dependencia de las necesidades de los músculos y el tipo de trabajo muscular que se vaya a desarrollar.
El entrenamiento físico se desempeña gracias a la capacidad de adaptación que poseen los músculos. Al realizar un entrenamiento físico los músculos pasan por dos fases. Es aquí donde entra en juego el control y conocimiento del sistema muscular.
Fase Aguda
Existen unos cambios durante el ejercicio.
- Aumento de la TA (tensión arterial), de la respiración y la frecuencia cardíaca. Se debe a un aumento de la demanda de oxígeno y sangre necesarios para realizar el trabajo muscular.
- Vasodilatación.
- Cambios en el Metabolismo Anaeróbico predominante.
- Excitabilidad muscular.
Cuando comenzamos a realizar ejercicios repetitivos y continuos, comienzan unos cambios estructurales y funcionales de las distintas adaptaciones agudas. Es lo que se conoce como
Fase Crónica del entrenamiento muscular
- Hay un agrandamiento cardíaco (corazón)
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Aumento del número de mitocondrias (orgánulo citoplasmático de las células eucariotas de forma ovoidal, que están formado por una doble membrana que tiene como principal función la producción de energía mediante el consumo de oxígeno, y la producción de dióxido de carbono y agua como producto de la respiración celular).
- Incremento de la capacidad oxidativa.
- Incremento del consumo máximo de oxígeno.
El producto final de las fases de entrenamiento y desarrollo muscular es la Hiperplasia Muscular. Es el mecanismo óptimo para lograr una masa muscular estable que no se degenere con el paso del tiempo.
En la fase aguda, el producto final es el remodelado de la fibra muscular. En cambio, en la fase crónica, su resultado tiende a producirse a partir de los 12 a 21 días de su mantención a los mecanismos de hipertrofia muscular.
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