El cuidado quiropráctico consta de tres fases bien diferenciadas: fase de reconexión, fase de consolidación y fase de integración.
Cada ajuste que realizamos refuerza el anterior. Es por este simple motivo que para poder llegar a la fase de Integración o Bienestar es importante respetar cada uno de los ajustes programados.
1. FASE DE RECONEXIÓN
Es la fase inicial, diseñada para liberar nuestro sistema nervioso de los múltiples bloqueos o interferencias que sufre debido a las subluxaciones. El cuerpo está “mal acostumbrado” y sigue actuando bajo la influencia de viejos patrones posturales. Es en esta fase donde comenzamos a construir un patrón nuevo, más flexible, más sano, con mayor adaptabilidad al entorno.
Las reacciones en esta faceta inicial son múltiples y variadas: sueño, cansancio, eufória, relajación, aumento de dolores, etc. Pasaremos por muchos estados anímicos que pueden no ser agradables pero, pese a todo, será beneficioso.
2. FASE DE CONSOLIDACIÓN
Ahora ya hemos hecho la parte del aprendizaje y pasamos a la de los cambios. Es una fase de transición, nuestro cuerpo va evolucionando hacia el bienestar y la salud. Es el momento de iniciar cambio de hábitos para cuidarse mejor y dejar que nuestro cuerpo actúe en pro nuestro. Sentirá más energía, estará más ligero y ágil, y es frecuente sentirse más animado y optimista.
3. FASE DE INTEGRACIÓN
En esta fase dejará de ser considerado paciente para convertirse en usuario de la Quiropráctica. Ahora ya tiene las herramientas que le hemos proporcionado para poder tener una mejor calidad de vida: pequeños cambios en su rutina diaria, toma de conciencia de uno mismo y ajustes quiroprácticos periódicos.
Recuerda pedir hora para una primera visita completa con nuestro Doctor Quiropráctico. El camino hacia el bienestar está a un solo CLICK
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